Vaya noticia la que decidieron darnos el mismo día en que Gerardo Martino sacó a la luz a sus elegidos para el Mundial de Qatar 2022. Pues sí, ¡México planea postularse para ser sede de unos Juegos Olímpicos!
México, ¿sede de unos Juegos Olímpicos otra vez?
La noticia fue dada a conocer entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Comité Olímpico Mexicano y sólo faltan detalles “menores” para hacerlo oficial. Por acá te contamos todo, pero neta todo sobre esto…
Muchas preguntas surgen a raíz de la noticia, empezando principalmente por el billete. ¿Tú sabes cuánto cuesta organizar unos Juegos Olímpicos?
Claro, nuestro país ya fue sede, pero hablamos de 1968, un año en que las cosas funcionaban muy distinto a como lo hacen hoy en día… en todo sentido. El costo que tuvo para México organizar los JJOO de 1968 no se compararía en nada a los de 2036 o 2040, que es lo que se busca.
Y claro, vamos a ser sede del Mundial 2026, pero que no se nos olvide que sería junto a Canadá y Estados Unidos. De hecho, la mayoría del torneo será en territorio gringo.
¿Cuánto le costó a otras ciudades organizar los Juegos Olímpicos?
Para entenderlo debemos remontarnos al costo que tuvieron las últimas ediciones de Juegos Olímpicos —nada más en este siglo, para no irnos tan lejos—. Hablamos de Sídney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020.
De acuerdo con Investopedia, los JJOO en Australia salieron en 4 mil 600 millones de dólares. Cuatro años más tarde los griegos pagaron 15 mil millones. Beijing se gastó un total de 42 mil millones en el 2008 (OLV!). Para Londres 2012 se invirtieron 14 mil 600 millones; para Río 2016, 20 mil millones; y para Tokio 2020, 15 mil millones.
Cabe aclarar que el costo tiene mucho que ver con la infraestructura de cada ciudad que pretenda ser sede. Por ejemplo, Beijing gastó mucho en carreteras y aeropuertos (22 mil millones), y Atenas invirtió la gran mayoría en construir los recintos para las competencias. Acá es donde debemos esperar a saber cuál ciudad del país sería la elegida para competir por la sede.
México aún no define la ciudad que buscaría ser sede
Por ejemplo, si quisiéramos traer los Juegos Olímpicos a la Ciudad de México nuevamente, el estadio Olímpico de CU no sería opción, no sólo porque se le tendrían que hacer muchos cambios (muchos), sino porque ni siquiera podría hacerlos por aquello de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Guadalajara fue sede de los Juegos Panamericanos en 2011 y no le fue nada mal en cuanto a infraestructura, pero de eso a dar el salto a las competencias olímpicas, hay una buena brecha. Aunque quizá allá el gasto sería menor.
Sin embargo, otra pregunta surge tras esto: ¿de dónde sacaría México el dinero como para traer el evento que culmina las Olimpiadas?. Marcelo Ebrard tiene la respuesta (o al menos eso le vino a la mente cuando le preguntaron en conferencia de prensa).
Según explicó, el costo total de los Juegos Olímpicos en México se cubriría de la siguiente manera:
- 30% de los boletos
- 30% de los patrocinadores,
- 30% por parte del Comité Olímpico
- 10% de los bolsillos del Gobierno
¿Y sí conviene ser sede?
Ahora bien, pon tú que logremos juntar el dinero, otra pregunta es: ¿y neta beneficia mucho eso de ser sede de unos JJOO? La respuesta, tristemente, podría ser que no. Claro, que los ojos del mundo estén sobre ti está chido y se refleja en mucho turismo, pero en lo económico no siempre es lo mejor.
Ejemplos como el de Atenas 2004 y Río 2016 nos recuerdan que, de hecho, puede ser lo peor que le pase a tu ciudad. Lo de Grecia es un caso muy lamentable, pues el país no logra salir de una crisis económica severa a raíz de los Juegos Olímpicos, mientras los estadios, recintos y obras del evento lucen abandonados.
El estadio olímpico “Nido de Pájaro”, construido para Beijing 2008, fue toda una sensacion. Sin embargo, su uso actualmente es muy poco y le cuesta a la ciudad unos 10 millones de dólares al año mantenerlo.
En conclusión, lo importante para una ciudad que quiera ser sede de los Juegos Olímpicos es invertir pensando no sólo en atraer las miradas del mundo, sino en instalaciones y proyectos pensados a futuro. Infraestructra que resulte rentable pasados 10, 20 o muchos más años después del evento, así como inyectar dinero desde distintas vías evitando endeudar al gobierno local y nacional.
Ya sabes, México, lo que te puede esperar.