Una de las mejores experiencias en esta vida, es poder asistir al concierto de tu banda favorita junto a cientos de personas que comparten la misma pasión, cantando y bailando al ritmo de todos esos temas que te sabes de memoria y que nunca te cansarás de escuchar.
Claro que no siempre implica que todo salga bien, ya que muchas veces hay que acompañar a nuestra pareja a un espectáculo que no es de nuestro agrado, o todo sale mal en el intento de tener una buena noche y en nuestro coraje no nos queda de otra más que echarle la culpa a la multitud (aunque muchas veces sí sea cierto).
Todos tenemos alguna mala experiencia en los performance en vivo, y es por eso que aquí enumeramos algunas de las peores que pueden pasarte, aprovechando que la agenda de estos últimos meses está bastante llena de opciones de artistas en nuestra ciudad.
- Estás tan concentrado en llegar hasta adelante para ver un poco mejor o estar en la parte más prendida de la multitud, que entre tantos empujones cualquier contacto físico se te hace normal e insignificante con tal de lograr tu meta. Pero una vez que te sientes un poco más libre, metes tu mano a la bolsa para checar la hora en tu teléfono y o sacar un billete de tu cartera… ¡Y YA NO ESTÁN!. Y lamentablemente a veces este coraje no te lo quita ni tu banda favorita en vivo.
- Cuando un artista cancela su presentación suelen lanzar el comunicado un par de horas antes del evento y comienzan las políticas de devolución de dinero. Aunque este tipo de situaciones suelen ser más trágicas dentro de un festival de música, una vez que llegas al escenario en que van a tocar, un anuncio enorme en la pantalla te dice que “por motivos de salud” no darán concierto
- No importa si de chico fuiste el más alto de tu salón durante toda la secundaria, probablemente siempre habrá alguien que posea mayor estatura con los mismos gustos musicales que tú. El gran problema es cuando te toca estar de tras de ellos y mientras aguantas tus ganas de matarlo en el momento, comienza esa desesperante búsqueda por un pequeño espacio que te permita ver sin ningún dificultades.
Si eres mujer y estás dentro del promedio de estatura, tal vez te sientas más que identificada con este punto.
- Vivimos en una época en la que hasta ir al baño sin celular puede resultar una terrible pesadilla (para muchos), esta gran herramienta tecnológica ha facilitado el uso de cámaras dentro de los conciertos conforme el paso de los años. Lamentablemente la gente comenzó a abusar de esto y ahora se puede ver en todos lados a gente que en ningún momento deja de grabar, o transmite directos a Facebook sin importar qué tan mala calidad tenga o el número de personas que realmente lo está viendo. A veces parece que sólo lo hacen con el fin de molestar.
- Están tan ricos los burritos del Corona Capital que ya te comiste como cinco y decides adentrarte en la multitud para disfrutar del resto del festival, pero justo cuando comenzó la hora de los actos principales y es casi imposible salir por la buena del lugar, tu estomago te traiciona y surge la difícil decisión entre ir a caracas o ver a tu banda favorita tratando de no morir en el intento.
- La cerveza en la mayoría de los eventos tiene un costo promedio de $90 pesos, por lo que hay que llevar cierta cantidad de lana para darse el lujo de tomar sin limitantes. A pesar de esto hay algunos individuos que gustan de desperdiciar el preciado néctar de los dioses y lo arrojan para refrescar a la multitud. Pero el gran problema es una vez que te caen gotas y todo es risa y diversión hasta que te das cuenta que está tibio y eso no es cerveza…
Si nos faltó algún punto importante en la lista, con todo gusto leeremos sus sugerencias y malas experiencias en la sección de comentarios.