El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, aseguró que se está analizando la posibilidad de suspender el gasolinazo programado para el próximo 4 de febrero. “Se ha visto mucha volatilidad todavía en el tipo de cambio. Lo estamos revisando y estamos buscando encontrar un buen equilibrio entre finanzas públicas y buscar suavizar parte de la volatilidad que estamos viendo”, indicó el funcionario.
Cualquiera que sea la decisión que tomen en Hacienda será comunicada este viernes 3 de febrero, dijo Meade. La Secretaría de Hacienda anunció el pasado 27 de diciembre que seguiría fijando los precios máximos de las gasolinas durante 2017, mientras se llevaba a cabo la liberalización gradual de los precios en las distintas regiones del país. Los nuevos precios, expuso la dependencia, serían fijados de manera mensual, semanal y diaria.
El primer segmento inició el 1 de enero y terminaría el próximo 4 de febrero, a este periodo de más de un mes le seguiría uno con vigencia del 4 al 11 de febrero y después un tercer periodo comprendido entre el 11 y 18 de febrero. Según la planeación de la SHCP, después del 18 de febrero de 2017, la vigencia de los precios máximos al público se limitarían a 24 horas.
De acuerdo con el periódico Excélsior, el funcionario indicó que los efectos del gasolinazo son temporales y que la inflación generada del alza de precio en los combustibles no afectará las expectativas de crecimiento en el corto plazo. El Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática pidieron al gobierno frenar el gasolinazo de febrero porque “pone en riesgo la estabilidad nacional” (¿ya se les habrá olvidado que ellos aprobaron la medida?).
El pasado 5 de enero el presidente Enrique Peña Nieto ofreció un mensaje en cadena nacional en el cual afirmaba que el gasolinazo obedecía al precio internacional del combustible y no a las reformas estructurales (energética y hacendaria), además de culpar a la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa por subsidiar la gasolina y no invertir en infraestructura.