Han pasado solo dos días de la histórica entrega de los Premios Oscar de este 2014. Alfonso Cuarón escribió su nombre con letras de oro y Gravity se proclamó como la máxima ganadora, aunque en la categoría de mejor película (la que más querían) se la llevó 12 Years a Slave (12 años de esclavitud). Pero eso no fue lo único que genero comentarios. Una vez más, la Academia no le hizo un guiño ni nada a Leonardo Di Caprio, quien ya se está pareciendo al Cruz Azul, en eso de llegar a finales y no ganarlas.

Pues hablando de cine y futbol, nuestro amigo Santiago Cordera, cofundador y director editorial de La Ciudad Deportiva, nos compartió una entrevista que le hizo a Cheko Zaidman, un actor mexicano que vivió una gran experiencia a lado de Leonardo Di Caprio.

Recuerda con cierta nostalgia aquel día durante la filmación de Titanic que se encontró a Leonardo di Caprio afuera del baño. Llevaba consigo la camiseta del Santos Laguna esperando tener unos minutos de intimidad con el actor para ponerle la playera de su equipo y tomarse la fotografía.

Han pasado 17 años de aquellos tiempos hollywoodenses. Hoy la realidad de Cheko Zaidman es muy diferente. Lleva dos días alimentándose de agua y pan porque la vida de un actor extra no es fácil. Es un mundo completamente opuesto al que viven los actores de reparto. Al menos en México. Ha asistido a varios castings, pero lo han censurado porque Cheko no ha dejado de luchar para que a este gremio de más de 30 mil personas se le respeten sus derechos laborales. Hoy vive en la miseria. Sólo le quedan sus recuerdos fotográficos. Trabajó con David Lynch en Dune y con Salma Hayek y Penélope Cruz en Bandidas.

Cuando habla de su presente se le corta la voz. No le queda nada. Sólo su dignidad, el espíritu de lucha, y el vago recuerdo de cuando fue requerido para actuar bajo la dirección de James Cameron en la que hasta hace poco fue la película más taquillera del mundo. Titanic no le ha dejado ninguna ganancia extra a su actuación, pero mantiene vivo el recuerdo cuando pudo hablar unos instantes de futbol con Leonardo di Caprio. Quién pensaría que un actor extra que trabajo en Hollywood hoy no tiene dinero para pagar la renta.

Santiago Cordera: ¿fue difícil ponerle la camiseta del Santos a Leonardo di Caprio?

Cheko Zaidman: no, al contrario, fue fácil porque él mismo no sabía de qué se trataba, fue un plan con maña (risas). Yo le iba al Santos en ese momento y pensé: “quiero que alguien tan famoso porte algo de mi equipo”. Sabía que ni siquiera estaba enterado de qué equipo era esa playera y yo se la di de corazón. Se la puso y ya. Intercambiamos algunos puntos de vista sobre futbol. Fue algo muy sencillo, quizás después un técnico de cámaras le dijo a Di caprio de quién era esa camiseta.

¿Se la regaló?

Sí, claro que sí. La ha de tener guardad en algún clóset. Se la llevó como un recuerdo de México.

¿En qué momento del rodaje se dio esa fotografía?

En esa época no eran reconocidas las grandes estrellas. La parafernalia del medio artístico no era tan complicada ni tan onerosa como lo es ahora. Lo que hay hoy en día es producto de la adopción de Televisa o alguno de estos medios poderosos. La escena se produjo durante el rodaje. Mucha gente no sabía quién era Di Caprio porque aún no había conseguido la fama mundial a pesar de que su trayectoria en el cine viene desde que era pequeño. Antes de participar en Titanic, me documenté, conocí su trayectoria como actor y decidí que quería una fotografía con él. De pronto Di Caprio fue al baño. Estaba solo. Y me le acerqué, le regalé la camiseta y le dije que si se la podía poner para tomarnos una foto. Y así fue.

¿Hablaron de futbol?

No mucho, pero sí. Él, de la forma más natural, agarró la camiseta del Santos y se la puso. En ese preciso momento no hablamos mucho de futbol, pero más tarde, con el transcurso de los días y del rodaje, sí tuve la oportunidad de hablar con él. Le gusta el futbol como a muchos de nosotros.

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Cheko Zaidman con Carl y Lance Hool, productores de Hollywood

¿Cómo fue que participó en Titanic?

Yo soy actor desde muy pequeño. Estoy afiliado a la ANDA (Asociación Nacional de Actores) desde 1977, pero desgraciadamente las relaciones laborales y sindicales son muy complicadas en México porque no ven el talento, sino que ven las relaciones familiares o laborales, o como bien decimos en México, “las palancas”. Como no tenía palancas, por las cuales tampoco había despuntado, tampoco era visible para los medios. Desde Dune (dirigida por David Lynch en 1984), en la cual también participé, supe que iban a venir a México superproducciones americanas prometiendo una derrama económica muy grande para el país, incluida para los actores extras. Así fue como decidí afiliarme a los grupos como extra. A través de esto fue como me contrataron para Titanic.

¿Cuánto tiempo estuvo en el rodaje?

Realmente no me acuerdo porque fue hace muchos años, pero sí fue un tiempo largo, eran jornadas muy arduas, fue un trabajo muy duro. La gente podría pensar que filmar una película es muy fácil, que uno llega y se pone frente a la cámara, pero no, es muy difícil.

¿Nació en Torreón?

No, soy del Distrito de Federal, chilango de corazón, aunque mi equipo es el Santos. Mi nombre es de origen judío, pero soy mexicano por naturaleza.

¿Es difícil ser actor extra en México?

Es muy complicado, más en un país en el que no tenemos apoyo por los sindicatos. En Argentina y Estados Unidos hay sindicatos muy fuertes que respaldan a los actores, se les pagan las horas extras, tienen seguros, pensiones, derechos laborales, derechos humanos, mientras que aquí hay una violación expresa de estos que nos debería corresponder por ley. A veces nos tienen trabajando 24 horas y no nos pagan las horas extras, no nos dan de comer, se quedan con todas las ganancias. Si las producciones americanas pagan a las agencias 3,000 pesos por actor, a nosotros nos dan 300 pesos, por ejemplo. Otras veces nos prometen unas cantidades y al final nos dan otras. Esto que estoy comentando no lo sabe nadie, ni la prensa, ni la Suprema Corte, ni la Procuraduría, ni los diputados, ni los senadores. Nadie sabe lo que pasa al interior de la vida de los extras en México.

O sea que alguien se está beneficiando con su trabajo…

Toda la industria. Nosotros somos los que damos la cara pero somos el último eslabón de la producción. Está el director, el productor, los técnicos, los jefes de cámara, todos antes que nosotros. Como quien dice, somos los albañiles de la obra y los productores y directores son los arquitectos. Nos dan cualquier porquería de sueldo. Llevo 40 años en el medio y a duras penas sobrevivo porque no tengo ningún tipo de prestación del gobierno, tampoco alcanzó los 60 años y no percibo nada extra. La ANDA, por ejemplo, no acoge a los actores extras, sólo a los actores.

¿Por qué no acogen a los extras si ustedes son parte de la industria cinematográfica?

Aunque somos parte de la industria, no formamos parte de la Asociación Nacional de Actores. En México hay dos sindicatos, uno que se llama SITATYR (Sindicato de Trabajadores Artistas de Televisión y Radio) STYM (Sindicato de Trabajadores Técnicos y Manuales de la producción cinematográfica), que tiene una rama extra en donde sí contempla a los extras. Incluso, es a través de este sindicato que entraban los ingresos de las películas americanas, pero debido a los malos manejos, al tráfico de influencias, mucha corrupción, con la cual ahora nada más nos pagan por fuera y ya no se respetan nuestros derechos laborales.

Por otro lado está la CIRT (Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión), pero pareciera que sólo acoge a los actores de Televisa y a los demás los deja fuera. Estos sindicatos son como los elefantes blancos, no nos apoyan. Por cierto, les recomiendo un libro que escribió el doctor Enrique de la Garza Toledo, ganador del Premio Nacional de las Ciencias y las Artes, acerca de los actores extras llamado Los otros trabajos. En él desarrolla una investigación muy amplia sobre la industria cinematográfica en donde también habla del gremio de los extras.

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Cheko Zaidman con Burt Lancaster, actor del cine clásico estadounidense

¿Qué tan grande es el gremio de los extras en México?

Es infinito, porque nada más de los que nos conocemos somos un promedio de 30 mil extras, sin juntar a los que existen en el interior de la República, pero hay que acentuar que si en la capital estamos con una condiciones deplorables, en otros estados están mucho peor. En el D.F. a una modelo de pasarela le pagan cerca de 7 mil pesos, mientras que en Guadalajara no llegan a los 700. Es un gremio muy olvidado, muy descuidado, incluso hay compañeros que han muerto por falta de ingresos, otros que salieron lastimados de alguna producción y no los indemnizan. Hay menores de edad trabajando 24 horas y nadie les dice nada. Hay extranjeros sin permiso de trabajo, hay agencias que evaden impuestos. Es como un paraíso fiscal, pero en este caso laboral, porque como nadie ha hecho nada, hay un enriquecimiento ilícito.

O sea que hay otras 30 mil personas en las mismas condiciones que usted…

O peor, porque yo al menos me defiendo actuando en obras de teatro o cantando, pero los compañeros extras lo pasan fatal. Hay un sitio que se llama “quémalo, no pagó”, en el que ustedes pueden corroborar las irregularidades que se dan en este gremio. Por ejemplo, en el evento que se organizó alrededor de Spencer Tunick en el Zócalo de México (Spencer Tunick es un fotógrafo estadounidense de origen judío  cuya especialidad es fotografiar masas de personas desnudas en disposición artística), a mi me hicieron hacer un casting desnudo. Nos iban a dar 1,500 pesos por día. Nos hicieron firmar un contrato. Los videos de dicho casting quién sabe en dónde estén ahora, incluso me atrevería a pensar que alguno debe estar en algún sitio de pornografía. A la mera hora, llamaron a gente de la UNAM, hicieron una convocatoria gratuita, y a los extras que habíamos ido a los castings y que nos iban a pagar ya no nos pagaron y se quedaron con nuestro dinero. A ese grado se las gastan.

De pronto siento como si me estuviera describiendo un caso de trata de blancas pero en el gremio de los actores extra…

Pero por supuesto. No parece, sino que lo es. Hay trata de personas en este medio. Si uno no quiere acceder a un favor sexual tanto con hombres como con mujeres, a veces no le dan a uno el papel. Si uno tampoco está de acuerdo con la cantidad que le van a pagar no lo vuelven a llamar.

A mi en un proyecto de HBO me prometieron una cantidad y me dieron otra. Pero nadie se entera. La Ciudad Deportiva es el primer medio que se fija en nosotros. Somos un medio muy olvidado. Entiendo que hay otros actores extras que trabajan en esta profesión de manera recreativa, pero los que sí vivimos de esto realmente estamos en una esclavitud moderna.

Por ejemplo, los boleros tienen un sindicato, los voceadores también, los telefonistas tienen el mejor sindicato, las sexoservidoras, los empleados de la construcción, todos los sectores, pero los extrasestamos en un limbo terrible tanto laboral como fiscal. Incluso hay discriminación racial, porque una parte de los actores son extranjeros, y no tengo nada contra los extranjeros, pero llegan a México con permiso de turista y terminan haciendo nuestra chamba sin  licencia para trabajar. En cambio, en Estados Unidos las producciones destinan un porcentaje de trabajo a los extranjeros pero protegen a los nacionales.

¿En Hollywood el sindicato es diferente al de México?

Por supuesto, allá los actores extras viven casi a la par de los actores primarios o secundarios, solo los actores como Leonardo di Caprio están en otras esferas. Los extras viven muy bien porque tienen pensiones, derechos laborales, humanos, y esos lineamientos sí se cumplen, pero en México es como estar pidiendo limosna, hay mucho favoritismo, hay mucha corrupción. Si uno aquí llega a un casting y no lleva la ropa que ellos quieren (las agencias), o llega cinco minutos tarde, lo multan. No es el caso de todas las agencias, pero sí una buena parte de ellas.

Eso es ilegal. Antes, en la Ley Federal del Trabajo decía que los extras tenían el derecho de recibir una buena alimentación, a recibir un buen trato, a ser remunerado si trabaja horas extras, y ahora es al revés, nos cambiamos en la calle, no nos prestan una silla para descansar, a veces no nos dan de comer. Somos como esclavos. El pago no es al corte. Un actor llamado Carlos Arau está encabezando un movimiento que se llama Movimiento al corte que exige los pagos al momento porque por ejemplo, Pedro Torres, el productor de realitys como Big Brother,  a un colega de profesión no le pagó un comercial.

Nos jinetean el pago lo más que pueden para cobrar los intereses que genera el banco con nuestras prestaciones. El año pasado hice un comercial en el que interpreté a  Walter Mercado, de Julio Regalado, con la Comercial Mexicana, y me pagaron 8,000 pesos ocho meses después cuando ese comercial era de 20,000. Fue un trato muy indigno.

El comercial se hizo en Cuernavaca, no nos pagaron hotel, fue en la noche porque tenían que cerrar la tienda, yo iba como actor principal, y por suerte me pagaron, pero hay veces que ni pagan. Otro colega, Hans Oellers, alemán afincado en México, participó en una serie de Televisa. Lo contrataron a través de una agencia. Al final, no le pagaron, Hans fue a Televisa y le respondieron que ellos ya habían pagado. Y en verdad habían pagado, pero la agencia se quedó con su dinero y nunca lo recibió.

¿Quienes están al frente de estas agencias?

La gente que está metida en este medio sabe quiénes están al frente. Son actores que algún día fueron extras que se dieron cuenta que no hay ningún tipo de legislación e hicieron su negocio. Las agencias no deberían de existir porque son lo que llamamos vulgarmente en México como “coyotes”, son personas que figuran como representantes y negocian con las productoras, sin embargo, nosotros deberíamos de tratar directamente con ellas, pero hoy mucha corrupción. La mayoría de las agencias, de las cuales no puedo decir el nombre porque estoy amenazado como algunos compañeros, ya se empoderaron.

He escuchado que han mandado a golpear e incluso a matar a algunos extras para silenciarlos, en cambio, algunos de estos representantes de agencias viven en Miami, en París. Tienen mucho poder y se han enriquecido de manera ilícita a costa de nuestro trabajo porque la Secretaría de Trabajo no actúa. Una vez acudí porque iba a trabajar como standing en la película Bandidas con Salma Hayek y Penélope Cruz, pero de repente metieron a un conocido del productor a pesar de que yo llevaba tres días haciendo el casting.

O sea que si no se alinea con las agencias lo censuran…

Pero por supuesto. Ni a los medios les gusta meterse en esto. Yo por suerte soy reconocido, llevo 40 años en el medio, no soy famoso hacia el público pero sí dentro del medio porque he sido aguerrido, pero los compañeros jóvenes que no tienen experiencia ni conocen la industria los tratan muy mal, firman contratos en blanco, los discriminan. A un compañero le amputaron un pie porque era diabético y le pusieron unos zapatos más chicos que los que calzaba y lo pusieron a correr por un cerro en una serie que prefiero no decir el nombre.

Yo, alguna vez acudí a la ANDI (Asociación Nacional de Intérpretes) a recoger mis regalías, porque cuando uno actúa en grandes producciones cinematográficas la ANDI habla de que habrá cuantiosas regalías en dólares, y me llevé la sorpresa de que me dieron 44 pesos. Nos acaban de quitar un comedor comunitario que nos había puesto el gobierno por cuestiones discriminatorias. Argumentaron que se debió a que entraban personas corrientes, que olía a garnacha, que estaban robando. Nos quitaron un logro que habíamos peleado mucho. Hace tiempo hice varios videoclips musicales, uno para el TRI, otro para Apocalíptica, entre otros, y no me dieron regalías. La ANDI argumentaba que no podían hacer nada porque no teníamos el contrato de dicho trabajo, pero cómo vamos a tener el contrato si las agencias no nos dan una copia del mismo.

¿En el caso de Titanic usted recibió regalías?

No hubo, en el cine no dan regalías, tampoco en la ANDI, porque se las quedan ellos, sólo se las dan a los actores de Televisa porque la prensa se mete más. La película deTitanic ha generado millones, pero nosotros no vemos un solo peso. En el caso de esta película hubo una ruptura. Al principio nos pagaban horas extras, nos daban pensiones, todo esto a través del STYM, pero a la mitad de la película se murió el padre del jefe de repartos que está ahora y ya no recibimos nada, entre otras cosas porque este hombre se dio cuenta que no teníamos el respaldo de ningún sindicato.

A mi me tienen censurado porque hablo de lo que sucede al interior de la industria. Y lo estoy padeciendo, hace mucho que no salgo de viaje, que no voy al cine. Ahora me están corriendo de mi casa porque no he pagado la renta, y eso que tengo 40 años como actor, y todo por cuestiones de corruptela en el medio artístico.

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Cheko Zaidman con Edward James Olmos (Foto de Cheko Zaidman)

O sea que ni un actor que ha actuado en varias películas de Hollywood se salva de la censura…

Al contrario, son muy malinchistas. A los mexicanos nos tratan peor que a los extranjeros. Los actores extras estamos en el limbo. No tenemos de donde agarrarnos. Nadie nos respalda. Nadie nos mira. Nadie nos escucha. Varios compañeros que fueron a hacer los comerciales de campaña de la excandidata a la presidencia, Josefina Vázquez Mota, no les pagaron.

Estamos olvidados y no hay una autoridad que tome nuestro caso. Hay cerca de 30 mil actores extras, pero sólo 20 aguerridos, y por hablar estamos censurados. Este sábado a las 9.00 pm el actor Hans Oeller hizo un livestream para dar a conocer la situación que nos rodea. Les recomiendo que consulten la página delMovimiento pago al corte, o el de Extras, talentos y actores sin censura. Después de 30 años de lucha, ustedes son el primer medio que nos escucha, porque si bien es verdad que el doctor Enrique de la Garza publicó una investigación, lo cierto es que se queda en el terreno académico, en cambio ahora sabemos que nuestra voz va a salir a la luz.

¿Cuándo fue la última vez que le dieron un trabajo como extra?

El año pasado, en noviembre. Una participación de 300 pesos. ¡Ah!, también me contrataron para hacer de Rey Mago en un centro comercial el año pasado. Ahora estoy alimentándome con pan y agua porque no tengo dinero.

¿Dónde vive?

En un cuarto de azotea. A duras penas he pagado mi renta, ya me quieren correr, me ven como un bicho raro. Me siento discriminado. Voy a castings y tengo la sensación de ir en vano porque sólo los hacen para pasarles el testigo a las productoras o a las empresas que los contratan. La he pasado tan mal que incluso ya he pensado en el suicidio.

Me he querido ir a Estados Unidos pero me han negado la visa porque no tengo solvencia económica. Aquí no encuentro la salida, a pesar de que amo a mi país y como en México no se vive en ninguna parte. Es muy feo tener dos carreras, la de comunicación y la de actuación, y estar sin comer.  Estudié en el Instituto Andrés Soler de la ANDA, después con el maestro Dimitrio Sarrás del Estudio de Actores de Nueva York, en el Teatro Frederick, con Marta Luna, Sergio Jiménez, en danza con Eva Pulido, con maestros de canto. Estoy muy bien preparado, pero me tienen censurado.

Y además ha trabajado en varias películas de Hollywood…

Sí, en Dune de David Lynch, en Total Recall de Philip K. Dick con Sharon Stone, en Gringo Viejo, película mexicana basada en la novela de Carlos Fuentes que tiene como telón de fondo la Revolución Mexicana. Pero las grandes producciones americanas ya no vienen a filmar a México porque ese sector inmerso en la corrupción ya no les sostienen los precios iniciales que les dan, entonces les sale más caro venir a nuestro país a filmar que irse a otro lado. Nadie quiere venir a filmar a México con tanta corrupción. Yo creo que si Jorge Negrete y Mario Moreno Cantinflas, que crearon el sindicato de la ANDA, volvieran a vivir, se morirían de ver en lo que ha degenerado el sindicato. Es como en la política, 40 familias mueven los hilos de esta industria.

Qué va ser de Cheko Zaidman hoy en día

No lo sé, lo que el público quiera. Lo que alguna producción sensible quiera porque de aquí para delante yo vivo al día, tengo que ver qué voy a hacer en media hora porque tengo mi clase de canto con Alfonso Madrigal, que por suerte no me cobra. Tengo que esperar, tener fe en Dios, en la prensa, que la industria sea sensible con nosotros, y no que sea al revés y que por abrir la boca nos amenacen o nos censuren. Ya no aguantamos estas injusticias. Ahora que viene el Mundial habrá que ver la forma de asistir a los comerciales como extra.

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Cheko Zaidman con Geoffrey Rush

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Cheko Zaidman con Tom Bereger

*** Vía Santiago Cordera, La Ciudad Deportiva

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