Vanessa Calva Ruiz tiene una agenda planificada para cada uno de los días que pasa como cónsul de México en Leamington, Canadá. Pero no se trata de una programación estática, porque desde el servicio exterior, la diplomática cien por ciento orgullosa de ser lesbiana impulsa políticas públicas que reconocen los derechos de las comunidades LGBT+ y de otras poblaciones vulnerables.
Y aunque la egresada de Relaciones Internacionales del ITAM fue nombrada cónsul de México en Leamington en 2021, su trayectoria refleja la importancia de la lucha de las comunidades Lésbica, Gay, Bisexual, Trans y más (LGBT+) para ocupar cargos públicos —contando con una propia representación y visibilización.
Precisamente, de eso y más platicamos por acá en Sopitas.com con Vanessa Calva.
#UnDíaCon: Vanessa Calva Ruiz
“Me apasiona y privilegia mucho estar en ese lugar. Llevar esta parte de tu vida y traerla al frente. Hablar con confianza y de una manera clara decir que estos temas no son ajenos a lo que hacemos”, dice la cónsul desde su oficina en una de las zonas agrícolas más importantes de Canadá y a donde llegan grupos de jornaleros mexicanos para trabajar por temporadas.
“El día empieza para mí llegando aquí al Consulado, revisando el número de citas y las personas que vamos a tener la oportunidad de recibir. La gran mayoría son personas mexicanas que vienen por sus pasaportes mexicanos o el trámite de la credencial de elector”.
Sin embargo, ese no es todo el trabajo consular. Calva Ruiz nos comparte que también reciben a personas extranjeras que buscan una visa y, además, el Consulado lleva a cabo reuniones con distintas autoridades de Canadá, organizaciones civiles o grupos comunitarios, en un esfuerzo por ser un “actor local”.
Es decir, para Vanessa Calva no se trata de cumplir por cumplir, sino que el Consulado sea más proactivo, dando una atención más cercana, humana y directa —sobre todo a las poblaciones vulnerables. Esa es la esencia del servicio exterior para ella.
“Nuestra labor va más allá de brindar información, dar documentos, ver si hay alguna persona que tuviera la necesidad de que le brindemos asistencia o protección consular. Es explicarles a las autoridades y personas por qué estamos aquí. Cuál es el valor de que una oficina consultar esté aquí. Qué podemos aportar”.
Entre los aportes de la diplomática con más de 20 años de experiencia en el servicio exterior está la visibilización de las comunidades LGBT+, sus derechos y el impulso de políticas públicas que ayuden a nuestro país a mejorar en la inclusión —y deshacerse de la sombra de la discriminación o violencia.
Zona Segura
La SRE es una de las secretarías con más constancia en la agenda de inclusión. Aunque para serlo, esta secretaría ha recorrido un buen tramo, trazado en gran parte por sus integrantes que, al igual que la maestra en Estudios Internacionales, forman parte de la comunidad LBGT+.
Fruto de esos esfuerzos es Zona Segura, una campaña dirigida a la población mexicana en el extranjero pero que pone en el centro las intersecciones que las cruza y su protección —enfatizando que los consulados y las embajadas están para ayudar más allá de la emisión de documentos o brindar info.
Como, por ejemplo cuando hablamos de intersecciones podría ser una mujer lesbiana, en situación indocumentada, víctima de trata o violencia doméstica.
“Somos una zona segura. No es sólo este cartel, ni nada más este mes (junio). Recibimos y brindamos atención a personas sin importar su orientación, identidad de género, condición socioeconómica, religión, edad, basándonos en lo que dice nuestra constitución, basados en el marco legal mexicano”.
Cuando Zona Segura era apenas un esbozo, Vanessa Calva estaba en la Dirección General de Protección Consular y desde ahí la vio crecer.
La cónsul nos cuenta que para darle forma, la SRE tuvo el apoyo de la SCJN (Suprema Corte de la Justicia de la Nación) y el Conapred (Consejo para Prevenir la Discriminación) en busca de la profesionalización, pero también de la sensibilización del personal del servicio exterior.
La importancia de la representación desde los cargos públicos
“Había una percepción tipo: ‘Pues si nosotros decimos que atendemos a toda la comunidad mexicana, ahí se entiende’. Algunos y algunas decíamos: ‘No, porque estas comunidades han sido sistemáticamente invisibilizadas prácticamente todos estos años, si no manifestamos de una manera clara nuestro apoyo, la verdad se va a perder”.
Sobre las conversaciones sobre cómo amplificar el mensaje de los servicios de los consulados y las embajadas, Vanessa Calva recuerda que sus colegas insistieron por hacerlo más claro, directo y enfocado a las poblaciones vulnerables.
Y por aquí vemos reflejada —con mayor fuerza— la importancia de que las personas de las diversidades ocupen un cargo público.
Los colegas de la ex cónsul de Protección en el Consulado General de México en Denver pusieron el acento en un punto que pasó inadvertido por otros funcionarios, que no necesariamente pertenecían a estas comunidades.
(Abrimos un breve paréntesis sólo para comentar que en México la lucha para que las personas de las comunidades LGBT+ ocupen cargos públicos es un poco joven, pero ha cobrado fuerza, no por cumplir con una cuota, sino para crear políticas públicas que reconozcan los derechos de todas, todos y todes, como sucedió en la SRE de Vanessa Calva).
“No te llevaré hasta hace muchos años. Como en muchas otras profesiones, personas LGBT+ han sido integrantes del servicio exterior. ¿Cuál es la diferencia con la actualidad? No había un marco legal o apertura de la sociedad para ser quien tú eras. Había barreras para que la gente pudiera vivir de manera plena y abierta”.
Todavía las hay, nos dice la egresada del ITAM, pero desde hace un buen de tiempo en la SRE pasó algo así como una revolución, un movimiento que —sin que sus integrantes se dieran cuenta— abrió los espacios para que pudieran poner al frente su vida personal.
“Yo ingresé al servicio hace varios años y todavía no necesariamente estaba en el punto en que yo reconocía que soy lesbiana. Entonces, al escuchar de otros colegas que estaban en la misma profesión, que de una manera —sí, tal vez reservada— vivían su vida combinada con la carrera, como que ese miedo lo empecé a perder y me dio mucha valentía de eventualmente llegar a un punto y empezarlo a compartir más”.
En ese proceso Calva Ruiz entendió que su voz importa, que podía llevar al frente su orientación y al mismo tiempo traer al frente los servicios del exterior para atender a las comunidades LGBT+.
“Así como esos colegas llegaron alcanzar que les respetaran a sus parejas y familias diversas sus derechos, eventualmente yo empecé a alzar mi voz para poder transmitir, expresar mis experiencias y opiniones de lo que he visto en mi trabajo en el exterior y cómo podría abonar en el trabajo que hacemos”.
Era como un espejo que ha nutrido las políticas públicas en pro de las diversidades —y que ha sido más abierta en esta administración, la de Marcelo Ebrard, donde ya pasaron la etapa de años de convencimiento con los superiores para aplicar las iniciativas que traen.
Los avances
La diplomática nos explica que hoy por hoy, al menos en la SRE, se ha avanzado en los matrimonios igualitarios —aunque tomó un buen de tiempo poder llevarlos a cabo—, los registros de familias lesbo u homoparentales, el uso de lenguaje incluyente, el cambio de actas de nacimiento para personas trans, la capacitación del personal de la cancillería en la atención a comunidades LGBT+ o la próxima emisión de las matrículas de tercer generación que contemplan la posibilidad de incluir una “x” para las personas no binarias.
Para Vanessa Calva estas acciones se ven reflejadas en la comunicación de la SRE: es más visible en su apoyo, por ejemplo, al desplegar la bandera de la comunidad trans en el PRIDE 2022 o institucionalizar su mensaje.
De hecho, dentro de la SRE hay un grupo LGBT+ del servicio exterior que, tras una serie de conversatorios en 2020, presentó un proyecto de acciones para el interior de la secretaría como el servicio público.
Este proyecto fue dirigido a Marcelo Ebrard y el presidente AMLO.
“Lo presentamos con ese ánimo del impulso que se le debe dar a la diversidad e inclusión, ya no en temas tipo Naciones Unidas, sino hacia dentro de la cancillería”.
En cuanto al ámbito público, Vanessa Calva considera que sí hay avances —desde el matrimonio igualitario hasta la prohibición de las llamadas “terapias de conversión” o los ECOSIG.
“Una de las cosas que creo que es importante en México, en particular, son los esfuerzos por eliminar estas famosas terapias de conversión, porque vuelven a traer a colación lo que creo que a muchas o muchos de nosotrxs nos pasó, pero que realmente de este tema nunca se había conversado porque ya estás en otro punto de tu vida. El hecho de que se traiga a colación es muy importante porque se refleja en una legislación y no queda en la opinión de alguien”.
Otra vez aquí, Calva Ruiz, señala la importancia de institucionalizar los apoyos a las diversidades, aunque falta mucho para que todas las voces sean escuchadas.
Lo que falta
“No debemos sentir que ya llegamos. Hay que tener una sana evaluación de las cosas, consultar con los colectivos y a partir de ese diálogo poder fortalecer y mejorar las cosas”.
Vanessa Calva no olvida ni por un segundo cuál es el objetivo de estar en el servicio exterior mexicano, de pertenecer a una de las comunidades LGBT+ y que en la lucha falta un buen camino para que se respeten los derechos de todas las personas.
En esa reflexión, la cónsul de México en Leamington repasa los pendientes y retos: ¿De qué manera la cancillería puede conciliar ante las políticas de otros países más cerrados a las comunidades LGBT+? ¿Cómo mejorar los vínculos entre consulados y ciudadanía? ¿Cómo perfeccionar el mensaje del servicio exterior a los connacionales, desde los trabajadores agrícolas, migrantes hasta las comunidades LBGT+?
“Para mí es muy importante que la gente sepa que cuenta con nosotros, nosotras, conmigo como aliada. Las experiencias son diferentes, pero tenemos la capacidad y el deseo de aprender”.
Y que mejor que las generaciones más jóvenes pongan su mirada en la cancillería, el servicio exterior y se animen a ser parte de los grandes cambios, concluye Vanessa.