Pues con la novedad de que las recientes explosiones leves, la ceniza y las fumarolas del Popocatépetl han provocado que suba la alerta a Amarillo Fase 3. Sabemos que es una situación de riesgo para miles de personas que viven en la zona, pero también resultó ser una tremenda molestia para todos los que tenían un vuelo programado.
Las caídas de ceniza provocaron que el 20 de mayo se pararan todos los vuelos del AICM y del AIFA, paralizando —prácticamente— toda la aviación en México.

Entonces, ¿se lo habían preguntado? ¿Qué pasará con la aviación en el Amarillo Fase 3 del Popocatépetl? ¿Tienen vacaciones programadas? ¿Esperaban un vuelo pronto y tienen miedo de que lo cancelen por la ceniza? Acá les contamos los detalles que ha dado Protección Civil al respecto.
¿Qué pasa con la aviación en el Amarillo Fase 3 del Popocatépetl?
Una parte importante de la aviación con el Amarillo Fase 3 del Popocatépetl es que todos los vuelos programados se convierten en una decisión de ese mismo día.

“Nosotros tenemos que ir informando conforme vaya saliendo la información porque puede cambiar de minuto a minuto”, señaló la coordinadora nacional de Protección Civil. El día en que cerraron todas las pistas del AICM y del AIFA, se decidió porque “hubo una caída importante de ceniza en el área limítrofe del aeropuerto”.
Explicaron que no pueden anticiparse a la dispersión de ceniza. “Es muy difícil saber qué va a pasar el día de mañana”, comentaron. “Cada dos horas puede haber un cambio, diferentes condiciones y diferentes alturas”.
Con esas condiciones es que—al menos a estas alturas de Amarillo Fase 3 en el Popocatépetl— cada aeropuerto decide qué hacer con sus vuelos; “aunque desde hace muchos años las rutas no pasen por el volcán”, señalaron.
Así es que, por ejemplo, el AIFA y el AICM cerraron el 20 de mayo pero reabrieron unas horas después; o cómo es que el Aeropuerto Hermanos Serdán, de Puebla, se mantiene cerrado por la caída de cenizas.

Entonces, si tienes un vuelo programado para los siguientes días la recomendación es llevártela en calma. Las decisiones sobre la ceniza o las explosiones del Popocatépetl y su relación con los aeropuertos se toman regularmente y siempre, obvio, pensando en la seguridad.
¿Cómo afectan las cenizas a los aviones?
Si estás pensando: “tengo prisa, échenle ganas. Ustedes písenle y salimos del volcán”, te tenemos malas noticias. Las cenizas volcánicas pueden afectar —y en serio— la seguridad en los aviones.
Para empezar, la ceniza puede dañar el fuselaje y se ha probado que es abrasiva con todas las superficies exteriores. Puede dañar “el cuerpo” del avión así como todos los parabrisas.

En su guía técnica, la compañía Airbus explica los daños —además— que pueden sufrir algunos sistemas operacionales importantes. Con la ceniza se pueden contaminar los sistemas de ventilación, de navegación, hidráulicos y eléctricos.
Las partículas volcánicas, además, tienen una interesante situación química al ser aspiradas por los aviones. El silicato que se encuentra en su composición se derrite con las temperaturas de combustión en los motores, pero —una vez pasada esa etapa— se solidifican en otras zonas de la maquinaria provocando que algunas piezas dejen de moverse, perdiendo toda su fuerza.