Los Juegos Olímpicos siempre tienen historias maravillosas y esta es una de ellas. Rikako Ikee es una nadadora que acaba de conseguir su plaza para Tokio 2020, pero sus últimos años han sido una montaña rusa. La nipona ganó la batalla contra el cáncer hace más de un año. En 2020 superó la leucemia y ahora, con 20 años de edad, aseguró uno de los lugares en el relevo 4×100 estilos.
“Tenía menos confianza que hace 4 años, pensaba que sólo podía ganar en un futuro lejano. Pero la verdad entrené para ganar, me decía a mí misma que he vuelto cuando iba a empezar la carrera“, dijo al final de la competencia que entregó las plazas olímpicas.
¿Quién es Rikako Ikee?
Nació en el distrito de Edogawa en Tokio el 4 de abril de 2000. Comenzó a nadar desde que tenía 3 años de edad y a los 5 ya participaba en competencias de 50 metros en todos los estilos.
Como adolescente, destacó rápidamente al ser medallista en 50 y 100 metros de estilo libre, así como en 50 metros mariposa. Además, consiguió récords junior en recorridos cortos.
Gracias al talento y los buenos resultados, también obtuvo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Ya en la justa compitió en 7 eventos (4 individuales y 3 de relevos), aunque su mejor posición fue el quinto lugar en 100 metros mariposa.
Sus récords crecieron como la espuma: Con 17 años consiguió 5 medallas de oro en la edición 97 del Japan Swim y luego ganó 6 preseas doradas en los Juegos Asiáticos, algo nunca antes visto en la natación.
Sin embargo, la vida de Rikako Ikee cambió radicalmente en 2018. Los problemas iniciaron cuando perdió la respiración en algunos entrenamientos y los análisis correspondientes dieron a conocer que tenía leucemia.
“En mi punto más bajo, quise morir. Pensaba que estaría mejor muerta si tenía que pasar por ese dolor, pero me arrepiento de haberlo pensado. Aprendí mucho, esto siempre será algo que cambió mi vida“, dijo en un emotivo discurso un año antes de que iniciara Tokio 2020.
El regreso a las piscinas
Tuvieron que pasar 406 días para que Rikako Ikee volviera a la alberca. Después de meses difíciles, llenos de tratamiento y medicinas, los doctores dieron luz verde para que la nadadora entrenara poco a poco.
Esto ocurrió en marzo de 2020 y en agosto, llegó su primera competencia. En ese momento, los objetivos de la atleta japonesa estaban fijos en los Juegos Olímpicos de París 2024, pero la vida tenía preparada una sorpresa.
El retraso de Tokio 2020 por la pandemia de COVID-19, permitió que Ikee se preparara para la justa en su país y ahora será una de las principales candidatas que sume al medallero de Japón.
