A lo largo de la historia, el Ser Humano ha buscado conquistar todos y cada uno de los misterios que nos confieren únicamente a los hombres, uno de ellos y quizá de los que más cosas ocultan es la psicología y el comportamiento humano. Si bien, la psicología como tal es una ciencia no tan vieja, desde el principio se han realizado numerosas pruebas para avanzar en la carrera por dominar y comprender las acciones de la gente.

Estos trabajos de experimentación han permitido el descubrimiento de medicinas y otros métodos de ayuda en la psique de las personas, pero como en toda la ciencia, los experimentos que se realizan muchas veces no salen como a los médicos les gustaría.

En algunos los resultados son malos pero no representan peligro para el “paciente” o individuo sujeto al experimento; sin embargo, se han sabido de muchos casos en los que el peor escenario sucede y penosas historias trascienden, demostrando la crueldad y hasta lo inútiles que algunos de estos trabajos científicos resultan.

Aquí te dejamos una lista con algunos de los más famosos experimentos psicológicos. Fama adquirida no por los buenos resultados obtenidos, sino por la trágica manera en que estos terminaron.

1. Experimento de la cárcel de Stanford

Este es uno de los más conocidos y hasta películas al respecto se han realizado (Das Experiment, 2001. The Experiment, 2010). En el año de 1971, un doctor psiquiatra de nombre Philip Zimbardo buscaba la razón de los problemas que suceden en las cárceles americanas y por eso decidió reunir un grupo de estudiantes para llevar a cabo un experimento en el que algunos jugarían el rol de carceleros y otros el de prisioneros. La duración del estudio estaba planeada para ser de dos semanas, sin embargo, a los 6 días las cosas ya estaban fuera de control. Los sujetos tomaron tan a pecho sus roles que en tan corto tiempo ya habían habido actos de abuso y brutalidad entre los participantes y Zimbardo decidió dar por terminado el experimento.

La mayoría de los participantes, sobre todo los que jugaron el papel de prisioneros, mostraron graves trastornos emocionales y por eso el experimento de Stanford se hizo una conocida historia de terror.

2. Monster Study

Wendell Johnson es el nombre del científico loco que intentó inducir tartamudez en niños sanos y para lograr eso realizó una tétrica labor en el año de 1939. 22 niños huérfanos, 10 de ellos sí padecían tartamudez, el resto sano, fueron separados en 2 grupos a los cuales se les aplicaron diferentes formas de terapia. Al primer grupo se le motivaba y se le daba una retroalimentación positiva sobre sus avances en el habla. Por el contrario, al otro grupo se le hacían comentarios y críticas negativas, se les castigaba cuando no podían pronunciar bien y a los que estaban sanos se les decía que estaban desarrollando tartamudez. Los niños crecieron con problemas de lenguaje, siendo que más de la mitad de ellos estaban completamente bien.

Wendell Johnson
Wendell Johnson

Si bien, no existe un registro como tal de los resultados del experimento, Johnson desertó y mantuvo en secreto el experimento realizado para la Universidad de Iowa. En 2001 salió a la luz esta historia y en 2007, la Universidad decidió indemnizar a las personas que habían sido víctimas de esta locura con 925 mil dólares.

3. Operación MK Ultra

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) tiene un negro pasado en la historia de los experimentos científicos ya que durante el siglo XX realizaron muchos estudios para encontrar la forma de controlar la mente de los humanos. Una de estas pobres pero célebres historias es la del experimento MK Ultra que se llevó a cabo por muchos años y, sobre todo, durante la Segunda Guerra Mundial.

Como lo dijimos, MK Ultra sometió a más de 160 sujetos a diversas pruebas químicas que buscaban que el paciente dijera en automático la verdad. Aunque la mayoría de los resultados del proyecto fueron destruidos y es difícil conseguir información profunda al respecto, se conocen algunos nombres de pacientes que sufrieron los agravios de los hechos. Frank Olson y Theodore Kaczynski son algunos de los que padecieron en las manos de la CIA; a la mayoría de estos sujetos se les aplicaron grandes dosis de distintas drogas como LSD y se sabe que se les condenó de por vida a problemas mentales crónicos.

mkultra

4. Elefante en ácido

El nombre lo dice todo. Warren Thomas, director del zoológico Lincoln Park en Oklahoma, por allá de 1962, realizó un experimento bastante inútil en el que a un elefante se le administró una dosis de LSD ¡3000 veces mayor a la de un ser humano! El pobre paquidermo que llevaba por nombre Tusko perdió la vida casi inmediatamente al recibir la droga y convulsionarse violentamente en el suelo.

El fin de esta prueba era comprobar si el ácido lisérgico tenía influencia en los niveles hormonales y de agresividad que los elefantes macho presentan en ciertas épocas del año.

elephantacid

5. Experimento Milgram

Este es un experimento que buscaba demostrar que los alemanes de nacimiento tenían una tendencia psicológica a seguir ordenes y ejecutar acciones en contra de otros seres humanos, tendencia que los habría llevado a realizar el genocidio Judío durante el régimen Nazi en Alemania.

Stanley Milgram convocó a 15 alemanes comunes a participar en una sesión en donde ellos serían los encargados de presionar un botón que daría una descarga eléctrica a un sujeto que estaba en una silla eléctrica, cada vez que éste respondiera incorrectamente a uno de las preguntas que se le hicieran.

milgram

El tipo sentado en la silla era un actor y los choques eléctricos no eran reales, eran actuaciones del sujeto, algo que el público encargado de dar los choques eléctricos no sabía. Milgram se mostró sorprendido por la facilidad con que el público seguía las órdenes sin importar los gritos de dolor y sufrimiento que se escuchaban cada que el actor erraba la respuesta.

6. El caso de Tony LaMadrid

Los enfermos de esquizofrenia son algunos de loa que a más experimentos y a más pruebas se someten con tal de aliviarse de tan terrible padecimiento. Una de esas pruebas fue llevada acabo en la Universidad de California, donde el único requisito era que el esquizofrénico se dejara de tomar sus medicinas para poder ubicar mejor los problemas y padecimientos de la enfermedad.

Tony LaMadrid fue uno de los pacientes que dejó su tratamiento y, al igual que otro 90% de los pacientes “tratados”, sufrió de una grave recaída al no tomar sus medicamentos, lo cual, 6 años después de haberse enrolado en este experimento, le costó la vida al lanzarse desde el techo de un edificio.

7. Pozo de la desesperación

La Universidad de Wisconsin-Madison tuvo un oscuro episodio por allá de los años setenta y es que uno de sus profesores, llamado Harry Hallow, creó un dispositivo para lograr estudiar la depresión clínica en los animales. Este dispositivo no era más que una jaula con un espacio para los desechos del mono y otro más en donde los alimentos y el agua le eran suministrados.

El retorcido psicólogo confinó a decenas de chimpancés bebés al pozo de la desesperación y los dejó ahí por largas temporadas que iban desde 3 meses hasta un año, completamente aislados de cualquier estímulo y de todo contacto con cualquier ser viviente.

El resultado se tradujo en la muerte de muchas especies de estos primates ya que a los pocos días de estar padeciendo en soledad y después de graves trastornos de agresividad y desesperación, los animales simplemente se quedaban inmóviles en una esquina de la jaula y dejaban de comer hasta que la muerte los alcanzaba.

pozodesesperacion

8. La Tercer Ola

Como parte del estudio de la Alemania Nazi, el profesor de historia, Ron Jones, realizó un experimento con sus propios estudiantes en los cuales les hizo pensar a sólo una parte del alumnado, que pertenecían a un movimiento llamado “The Third Wave” que pretendía acabar con la democracia. Los alumnos que formaron parte de ese grupo tuvieron una mejora notable en sus calificaciones, puntualidad y mostraban muchísima más motivación para aprender.

El experimento se salió de control cuando las prácticas de la Tercer Ola empezaron a ser más radicales y comenzaron a excluir y mal tratar al resto de alumnos incluso fuera de las aulas.

A los 5 días de comenzado el experimento, el profesor decidió dar por culminado el objetivo y terminó con ese pequeño pero fructuoso experimento que mostró en carne propia a todos los estudiantes, el efecto y las formas en que el nazismo se instauró en las mentes de los alemanes.

Third Wave

9. Terapia de Aversión Homosexual

Cuando la “revolución sexual” tuvo su auge por allá de los años sesenta, la homosexualidad empezó a florecer entre la población y cada vez eran más las personas del mismo sexo que creaban relaciones sentimentales y sexuales. La población entró en shock cuando cada vez eran más los gays y muchos vieron la homosexualidad como una enfermedad.

Las personas que “sufrían” este padecimiento fueron sometidos a distintas pruebas para erradicar su homosexualidad. El tipo de terapia se llamaba de aversión y básicamente consistía en mostrar imágenes con contenido homosexual al paciente y al mismo tiempo darle choques eléctricos e inyecciones para hacerlos vomitar; el fin era que el paciente asociara su gusto por el mismo sexo con el dolor y así dejara de buscar estas prácticas.

El resultado fue peor ya que los pacientes tuvieron problemas psicológicos el resto de sus vidas e incluso uno murió después de estar en coma por uno de estos experimentos.

terapia-aversiva

10. El caso de David Reimer

Este es el caso más reciente listado en este conteo. Se trata de la penosa historia de David Reimer, un sujeto nacido en Estados Unidos quien sufrió de una circuncisión mal realizada y le llevó a perder su miembro. El psicólogo John Money le sugirió a los padres que David debía cambiar su sexo para que pudiera tener una vida normal. Lo que nadie sabía es que el doctor lo estaba tratando de utilizar para un experimento en el cual intentaba demostrar que el rol sexual se puede adquirir con tratamientos y no sólo se nace con él.

A David se le realizó una operación de cambio de sexo y se le construyó una vagina en lugar del pene y, así mismo, se le dieron pastillas con hormonas para controlar los cambios fisiológicos de David durante su crecimiento. Brenda fue el nombre que obtuvo tras el cambio de sexo.

David Reimer
David Reimer

Los años pasaron y Brenda se siguió comportando como cualquier niño varón en crecimiento. A los 14 años, los padres de Brenda le confesaron todo lo que había sucedido y por esta razón, Brenda volvió a ser David. Sin embargo, el joven nunca pudo readaptarse a su vida y mucho menos logró controlar todos los problemas psicológicos que desde bebé la envolvieron y a los 38 años de edad, David Reimer se quitó la vida.

ºººVía: Brainz.org

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