Hablar de Molotov no es cosa sencilla y más si se trata de su 20 aniversario. Antes que nada, no cualquier banda logra sobrevivir tanto tiempo sobre los escenarios con la misma alineación, bajo sus mismos ideales y con la misma energía.

Bueno… de que les ha pegado la edad, les ha pegado… pero eso no quita que aún desgarren sus instrumentos como si se tratara de su primer show.

La banda ofreció uno de los conciertos más importantes en su carrera: la celebración de sus 20 años. En este concierto retumbaron el Palacio de los Deportes, hasta que los oídos no aguantaron más.

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¿Y por qué estamos tan alegres por su aniversario? En realidad es que somos muy conscientes de la importancia de la banda en la escena mexicana. Desde su llegada, en la segunda mitad de los noventa, lograron abrir puertas a una expresión que difícilmente se veía sobre los escenarios en aquel entonces.

Y créannos, que esto no sale simplemente de nuestra boca -en realidad nuestros dedos-, sino de un sinfín de artistas mexicanos que agradecen la existencia de Molotov.

“Cuando supe de Molotov era porque los tenía al frente, en el escenario: ¡una bomba! Naturalmente me entregué a la explosiva honestidad de su sonido, pero sobretodo, a su ruidosa sincronía: 4 músicos amarrados en todos los sentidos, un deleite. Su formación me cautivó tanto como lo hizo la voz de Tito, guitarrista que hasta hoy día considero uno de los más creativos de nuestra generación. Dos bajistas, ¡PUM! Me amarraron, fue una celebración descubrirlos.
Imposible es para mí desactivar el botón de las emociones que viví cuando Tito y la banda me permitieron mirar de cerca su emocionante crecimiento, su subida acelerada y su merecido rotundo éxito. Molotov marcó un momento de mi vida personal, pero a la vez, marcó mi vida en la música; su ejemplo me enseñó a cómo cuidar mi espacio profesional, me motivó a cultivarlo y a respetarlo regalándome así la oportunidad de confirmar que yo era “una de ellos”, es decir, que yo era otro de esos músicos dispuestos a defender su expresión.
El talento, el virtuosismo, el sentido del humor y hasta el ‘rockstarismo’ de mis amados Molotovs son una celebración obligada; estos 4 músicos han abrazado emociones que otros colegas músicos debemos ‘envidiar’: la provocación de su contundente propuesta accionó el interruptor y sí, los muros se fueron derrumbando y Molotov vio crecer a una nueva generación de jóvenes mexicanos que, cantando sus canciones, iban rompiendo las cadenas que los limitaban.
Con mi respeto y cariño de siempre ¡Felicidades Tito, Paco, Micky y Randy!” – Ely Guerra

“Soy muy fan de Molotov, me gusta mucho el concepto del grupo, es una banda en la que todos los que escuchamos o hacemos rock en español en México, le tenemos una especial consideración porque vino a romper muchos paradigmas, muchas cosas viciadas en la música del país sobre todo en esa época. Estuvieron mucho tiempo firmados con una trasnacional haciendo música tal cual se les hinchaban las pelotas, y las disqueras eran muy controladoras en ese aspecto; ellos rompieron con todos esos esquemas y estigmas extraños de la industria y han sabido caminar sin ensuciarse de toda la basura que hay en la industria de la música en el país, que es bastante deplorable. Molotov es un ejemplo a seguir en ese aspecto, y en persona son lo más divertidos de este mundo, yo los adoro, me llevo increíble con ellos”. –Toño Ruiz, Coda/QBO.

 

Molotov nació en 1995 pero la alineación que conocemos hasta hoy en día (Tito, Miky, Paco y Randy) surgió un año después. Su primer álbum, ‘¿Dónde jugarán las niñas?’, fue una excelente tarjeta de presentación que llamó la atención de todos, tanto por el poderoso sonido que lograron (que incluso medios internacionales los compararon con Beastie Boys y Rage Against the Machine) como por el contenido de sus letras llenas de sátira política y crítica social, algo que realmente no se escuchaba en aquel entonces. Fueron censurados y obligados a promocionar su música de manera totalmente independiente.

“Cuando Molotov apareció en el panorama del rock nativo, con una fuerza sonora pocas veces vista (sonar con dos bajo era un feliz salvajada), continuando el uso del lenguaje brusco de los adolescentes que había teñido aproximaciones aisladas en bandas como La Cuca, el Tri y la propia Botellita de Jerez, celebré que aún la rebeldía, la indignación, el desmadre por el desmadre y el descaro siguieran siendo la guía de una música que se replegaba a las reglas del mercado. Esperemos que surjan más Molotovs para burlarse de un país que se derrumba sobre sí mismo”. –Armando Vega Gil, Botellita de Jerez.

“En 1998 escuché por primera vez ¿Dónde jugarán las niñas? Yo tenia apenas 9 años de edad y lo escuché a escondidas de mis padres. Hoy en día, en retrospectiva, pienso que Molotov es una banda que ha influenciado a muchas generaciones por su estilo tan particular de hacer música y su tan osada manera de decir las cosas sin importar lo que piense la gente”. –Juan Manuel Sánchez, Little Jesus.

Molotov es una banda musicalmente creativa, con esas letra subversivas de completa rebeldía hacia lo considerado “bueno” o “normal”. Rompían y rompen muchas paradojas de la sociedad mexicana moderna, criticando muchos personajes de la política y de la vida pública nacional,  y también a los personajes de las máscaras del mexicano. Todo a la vez, con ciertas canciones con un mensaje sexual y curado”. –Roberto Polo (Mr. Racoon), 60 Tigres.

Y, sin importar las barreras que se le fueron presentando a la banda, a los miembros de Molotov les valió cacahuate y lograron abrirse paso en México, en Estados Unidos y en varios países de Europa. De hecho, hasta los rusos aman gritar “puto” con todo el alma.

 

 

Este rasgo de persistencia, sin duda muestra el carácter y la personalidad de los integrantes de la banda, que siempre han disfrutado decir la verdad a todo volumen y a través de la distorsión de sus poderosas guitarras. En realidad, esta es una característica muy valemadrista que, pues quieran o no, nos caracteriza a los mexicanos.

Molotov era, como su nombre siempre ha indicado, una bomba que arrasaba con todo lo que tenía enfrente, a los costados y atrás. Era más que música. Era la circunstancia histórica, la circunstancia social, el momento musical perfecto para que, lo que hacían, se regara como pólvora.  Me da un enorme gusto saber que lo que han hecho ha trascendido lo musical y las fronteras físicas y mentales de una generación. Para todos los que pensaban que al segundo disco se les acabarían las groserías por usar, éstos 20 años de rockear como aplanadora por el mundo son el mejor testimonio de su valor.” –Marcello Lara, músico.

“Chapuceros, pícaros, sumamente agudos e inequívocamente Mexicanos. En una época cuando todavía nos censuraban (e incluso hasta nos auto censurábamos), Molotov terminó por abrirle los ojos al mexicano de que tiene la libertad de ser sí mismo en todo su esplendor”. –Luis Fara, Quiero Club.

“Molotov. Han sido siempre dignos desmadrosos, dignos Pumas y dignos pachecos, lo cual los convierte sin duda en ¡un orgullo para el rock nacional!”. –Alejandro Otaola, San Pascualito Rey/Santa Sabina.

¿Y qué ofreció Molotov a las nuevas bandas mexicanas? Podría resumirse en una simple palabra: libertad. Molotov abrió una puerta que los prejuicios y paradigmas sociales mantenían celosamente cerradas; logró percibir el poder del arte, que es el poder de la expresión. Desde un principio, Molotov tuvo muy claro su objetivo: el que sus letras realmente tenían que decir algo, que no fueran las clásicas letras de amor o desamor, palabras incoherentes y un “washawasheo” de un inglés inexistente. Ellos lograron plasmar el sentir de la gente, el hartazgo, la esperanza de la juventud y esa necesidad de gritar las verdades sin que nadie nos callara. Marcaron a toda una generación de escuchas y nuevos talentos que aprendieron de su ideología.

“La relevancia de Molotov se desprende primero de una estrategia muy bien planteada cuando sacaron ese disco que se llama ‘¿Dónde jugarán las niñas?’, que es una referencia al disco de Maná. Esta estrategia que hicieron de libertad de expresión en los semáforos, en las calles, ante un disco que fue vetado un poquito por los medios de comunicación y al que, curiosamente, esos medios también le dieron apertura. Se volvió un clásico, que marcó una nueva etapa de libertad de expresión, de crítica social que creo que es muy importante en el rock mexicano. Que las letras tengan un contenido que sacuda los cerebros y que los haga pensar, creo que esa es la relevancia de Molotov. Tienen letras bien armadas, y una actitud contestataria como muy pocos han tenido en el rock mexicano”. –Arturo Ybarra, Rostros Ocultos.

“Una banda con un estupendo manejo de marketing, una banda que seguramente tatuó a una generación con su lenguaje provocativo y una portada que, en lo personal, considero que es una de las mejores dentro del Rock de la Tele. Esa imagen del disco ‘¿Dónde jugarán las niñas?’ es un referente obligado para todos los “molotoveros”, para bailar y brincar mientras gritan al unísono “puto, puto, puto”. Fue una banda que dio mucho de qué hablar en su momento y es clarísimo que es un referente total del Rock Mexicano. Molotov son la vergüenza, la vergüenza del De Efe. Chinguen a su puta madre, pufu tafa mafa drefe. Con Cariño para Molotov”. –Armando Palomas.

 

 

La banda se ha convertido en un clásico, en un estandarte del rock mexicano a nivel internacional. Una banda que, a pesar de sus 20 años de trayectoria –o tal vez gracias a ese todo ese tiempo invertido en la industria–, ha sabido manejarse muy bien, sin pleitos ni farándula. La única formación de la banda siempre ha sido disfrutar de lo que hace… y música es lo único y mejor que pueden hacer este cuarteto de mal hablados.

“Yo creo que ya es como un clásico. Ya forma parte de la cultura de la gente. Más allá de los discos nuevos o la música que hagan, ya están a un nivel donde podrían seguir tocando durante toda su vida si ellos quieren, que es lo que buscamos la mayoría de las bandas”. –Andrés Saenz, Genitallica.

Hay más de mil razones para que su concierto del 20 aniversario fuera uno de los más importantes de este año dentro del rock mexicano. Quienes asistieron disfrutaron de un rock bien, bien añejado, cuyo primer sorbo hizo que perdieran toda la cordura y sacaran a flote su lado más enérgico y explosivo.

Cuando se es público de Molotov, lo único que cabe hacer es gritar a todo pulmón. Sentir, a través de la música, las ideas y pensamientos que (casi) todo mexicano trae encima desde hace más de un par de generaciones.

 

Foto: Notimex

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