Por Javier Medina

Tomar en serio las agendas por el medio ambiente, el clima y la biodiversidad es un tema indispensable para lograr la construcción de entornos sanos, seguros y armónicos para el desarrollo de las personas. Ciudad Guzmán, o Zapotlán el Grande, es un municipio del sur de Jalisco con una población de 115,141 personas de acuerdo al censo de 2020 del INEGI.

Hablar de nuestros municipios nos ayuda a comprender realmente sus necesidades y entornos; nos impulsa a trabajar en su territorio y sus personas. Así como Ciudad Guzmán, en Jalisco existen un total de 14 municipios con una población de entre 50 mil y 200 mil habitantes y están los casos de Puerto Vallarta con 291,839 y El Salto con 232,852 habitantes. Justo en estos lugares toma una relevancia especial establecer esquemas de desarrollo en donde lo social, lo económico y lo ambiental avancen de la mano, pues aún existe la oportunidad de prevenir impactos negativos al ambiente que en ciudades mayores se ven acentuados. Aunque en cada municipio se muestran contextos distintos, existe la posibilidad de gestar un desarrollo con visiones que apunten a mantener equilibrios en un corto, mediano y largo plazo.

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Foto: Javier Medina

Zapotlán el Grande representa un caso que en lo particular resulta interesante. Sus dinámicas sociales, económicas y ambientales están determinadas por un espacio en donde confluyen un lago, bosques, zonas agrícolas y la ciudad. De entrada llama a buscar un equilibrio entre cada uno de estos espacios; además, las características de este municipio pueden servir de base para plantear escenarios de desarrollo sostenible en otros sitios.

En este momento hago una pequeña pausa para reconocer que las necesidades son muchas; sin embargo, es necesario contar con una base desde la cual partir y que, claro, pueda ser retroalimentada de manera constante.

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Foto: Javier Medina

Construir un municipio que permita posibilidades de desarrollo óptimo para las próximas generaciones es una tarea que comienza desde hoy. Esas posibilidades deben ser pensadas desde un Zapotlán que sea capaz de proveer alimentos, agua, aire limpio, bosques y un lago que permitan regular el clima en lo local, espacios y áreas verdes funcionales y una red de movilidad orientada hacia la eficiencia del transporte público y la seguridad para los medios de transporte no motorizados. Por esto, una agenda que permita una correcta gestión ambiental en el municipio debe contener, al menos, los siguientes elementos.

  • Respetar los usos de suelo;
  • Plantear una sólida agenda ambiental –partiendo desde el Plan de Desarrollo Municipal- y fortalecer las capacidades institucionales del gobierno municipal;
  • Generar una administración municipal que sepa recibir y atender demandas de la población para trabajar de la mano con las personas;
  • Desde la voz de expertas y expertos, generar y compartir conocimiento;
  • Impulso al turismo sostenible en el municipio;
  • En vinculación con otras instituciones, implementar políticas de recarga de acuíferos;
  • Iniciar con proyectos piloto de captación de agua de lluvia;
  • Instalación de huertos comunitarios;
  • Integración de un consejo ciudadano (u observatorio) en materia ambiental;
  • Fortalecimiento institucional y en capacidades para la regulación ambiental, así como en regulación de la agroindustria;
  • Articular una red de movilidad sostenible que a mediano y largo plazo incluya estaciones de bicis públicas;
  • Asegurar que el organismo operador del agua esté en manos de alguien que sepa sobre la gestión del agua con una visión de cuenca.

El cuidado y protección del ambiente es responsabilidad compartida e involucra a la población, sectores académico, productivo y empresarial y, desde luego, a los gobiernos. En los gobiernos recae la responsabilidad de sentar las bases para concebir un desarrollo que no vaya a costa de la salud de las personas, de la funcionalidad de los ecosistemas y de las posibilidades de desarrollo de las futuras generaciones.

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Foto: Javier Medina

Las acciones que emprendamos ahora determinarán nuestro futuro; por ello, cuidar de nuestro capital natural es prioridad. En Zapotlán, la ruta está en trabajar por nuestros bosques, nuestro lago, la ciudad y en trabajar con las personas para, desde ahí, dignificar sus espacios.

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Javier Medina es abogado por la Universidad de Guadalajara con enfoque en políticas públicas y medio ambiente. Militante de Futuro.

Twitter: @javier_medinaP

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