¿Qué decían?, ¿qué ya se nos había olvidado?, pues no… aquí está, como cada lunes, Antitendencias Sonoras, el espacio que dedicamos para saciar a los oídos más curiosos de nuestros lectores. Música que debido a su estética difícilmente escuchamos a través de los programas o medios más populares, y que por ende, difícilmente los organizadores o festivales más reconocidos de nuestro país pueden traer, pero que de una u otra forma podemos tener acceso a su música a tan sólo unos clicks.

Porque existe una infinidad de posibilidades en la música, hay que recordar que al fin y al cabo es un lenguaje, por lo tanto, existen una gran cantidad de ‘idiomas’ que son irreconocibles para nosotros. Recomendamos abrir en su totalidad los oídos y no caer en pretensiones inmediatas, sólo escuchen y dejen sentir lo que su cuerpo exige sentir.

 

FINAL

 

Esta ocasión tendré que hacer una recomendación express, pero para ello decidí que fuera algo contundente, algo que sus oídos recibieran casi como un golpe que les aseguro los dejará un tanto noequeados pero que terminarán por querer más. Esta ocasión presentaré Final, un proyecto bastante ruidoso que recomendamos discreción por si se encuentran en su oficina… ¡nah!, súbanle y que todos escuchen, música perfecta para que no se te acerque la gente.

 

 

Final es uno de los proyectos alternos de Justin Broadrick quien ha colaborado en bandas grindcore como Napalm Death y Godflesh -misma que él fundó-, pero que dejan a flote su gusto por el metal y la música industrial. Así mismo se le atribuye los sellos discográficos HeadDirt, Avalanche Recordings , Uprising Productions, Lo Fibre y Heartache.

Algo que me llamó mucho la atención de Justin, y que pienso que es parte bastante influyente en su carrera como músico, es que él nació en Birmingham, Reino Unido -la locomotora de la revolución industrial-, su madre es de origen alemán y su padre un británico soldado que combatió en la Segunda Guerra Mundial. Su padre tuvo una adicción a la heroína, por lo tanto no mantuvo tanta relación con su familia; sin embargo, Justin fue educado por su madre y su padrastro en una comuna hippie en Shard Fin, en dicha comuna Justin, con tan sólo 4 años de edad, creció escuchando Led Zeppelin, Black Sabbath, Lou Reed, Can, Pink Floyd, Hendrix, logrando conocer a sus 11 años bandas industriales como Crass, Throbbing Gristle y Whitehouse.

Fue así que Justin tomó cariño a la música y no tardó para que a los 12 años de edad agarrara la guitarra de su padrastro -quien según wikipedia tocaba en Roxy Music y con Brian Eno-, iniciando así su primer proyecto musical: Final junto con su fiel amigo Andy Swan, quien tenía un sintetizador. En un principio el nombre de la banda pasó por varios cambios entre esos Atrocity Exhibition -como la canción de Joy Divison que a su vez está inspirado en un libro de JG Ballard– pero el 7 de julio de 1984, ofrecieron su primer show en Birmingham, y ahí decidieron dejar el nombre como un principio: Final.

¿Se dieron cuenta del año? ¡1984!, tan sólo tenía 15 años y ya estaba formando parte del auge de la música industrial de 1983, él mismo ha detallado para los medios:

“Estábamos bastante influenciados por toda la cultura de los cassettes de la música industrial y los fanzines de los 80”.

Desde entonces Justin ha permanecido en el escenario musical en diferentes bandas a fines, pero nunca dejando a un lado Final, quizá el proyecto más íntimo de toda su carrera. Recomiendo ampliamente entrar a su apartado en wikipedia y ver el enorme trayecto que ha marcado desde entonces, demostrando que aquel niño curioso por la música que le rodeaba y por las expresiones más arriesgadas, sigue siendo parte esencial de su personalidad.

Yo di hace poco con él, fue gracias a una reedición de su EP My Body Is A Dying Machine, el cual el año pasado publicó bajo el nombre de Black Dollars, que más allá de contar con una reedición del EP completo, incluyó dos temas totalmente nuevos. Cuando lo escuché por primera vez me encantó por completo, y son de esos álbumes que a pesar de saturar por completo tus oídos permiten disfrutar las texturas de la música, lo que hace que en cada escucha percibas algo que no lograste anteriormente.

 

 

T: @hreveh

 

VL16:…morimos por… (2)

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook